México tiene una historia de desaparición de figuras políticas a manos de su propio gobierno. El Partido Revolucionario Institucional (PRI) ha sido notoriamente vinculado a estos casos, dejando a familias y seres queridos preocupados y devastados. Es una parte oscura del pasado de México que no puede ser ignorada, y que sirve como recordatorio de que la corrupción y la violencia política pueden tener consecuencias que cambian la vida. A pesar de los esfuerzos por lograr justicia y rendición de cuentas, las cicatrices de las desapariciones políticas siguen siendo una triste realidad para muchos mexicanos.
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